viernes, 5 de febrero de 2010

Información para generaciones jóvenes sobre Penélope Glamour.



"Soy Penélope Glamour",
se definió CFK, en referencia a la mujer coqueta de los dibujitos animados,
al ponerse un casco rosa con margaritas blancas.

Penélope era parte de los dibujos animados Los Autos Locos, producidos por Hanna Barbera en los Estados Unidos a finales de la década de los años sesenta.
Recorría los más peligros caminos y salía indemne de todos ellos cuando se le presentaba algún inconveniente, sin ningún rasguño y con una mezcla de inocencia, decisión, frialdad y valentía. Conducía su descapotable rosa y amarillo con sombrilla de colores, que llevaba el número cinco en su costado.
Sus características más destacables eran las pestañas increíblemente largas y su pelo lacio siempre atado y al viento. Su ropa era ajustada al cuerpo también de color rosa que conjugaba con botas y guantes de color blanco. Los principales elementos de la diva, además de su auto de carreras con accesorios para la belleza femenina, eran los secadores de pelo, los maquillajes y los espejos, que la rodean en todo momento. Una mujer espléndida y radiante en el mundo masculino de las competiciones.
En las carreras que participó llegó a la meta cinco veces en tercer lugar y dos veces en segundo, lo cual la volvía exitosa respecto de otros corredores.
Pero allí surge la historia que completa al personaje, pues sólo podía cobrar una herencia que la esperaba si no le pasaba nada durante la competición. Desde ya que quien intentaba impedirlo era Garra Siniestra, su propio abogado, en el que ella confiaba y que intentaba por todos los medios quedarse con los dineros de Penélope. Cuando el villano disfrazado para no ser descubierto la sujeta por la espalda, era incapaz de hacer nada más que gritar y sacudir frenética e inútilmente brazos y piernas.
Era una mujer en desgracia, que si bien podía encontrar soluciones por sí misma, seguía dependiendo de alguien que la rescatara llamando con sus gritos de «¡Socorro, socorro!».

Como es costumbre aclarar en el lenguaje cinematográfico:
Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.