sábado, 10 de diciembre de 2016

Archivos guardados de Alberto Petracca

Este libro que acaba de ser terminado compila el material que contenían las cajas con manuscritos dejadas por el Profesor Alberto Petracca y que fueron facilitadas por su familia. Disponible como e-book de descarga gratuita en http://bibliotecas.unr.edu.ar/acceso/9789877021998.pdf
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jueves, 10 de noviembre de 2016

Sensaciones mundiales.

Tengo la "sensación" (es sólo eso, intuición informada) que el futuro nos deparará años complejos de política internacional. Cosmopolitismo y universalismo cotizan muyyy en baja. Yo adhiero a esos valores. Me defino como un socialdemócrata universalista, mis ideas no son las que serán dominantes en los próximos años.

martes, 8 de noviembre de 2016

lunes, 24 de octubre de 2016

Tres cuestiones sobre la reforma electoral

Diario La Capital, Domingo 23 de Octubre de 2016.

Una reflexión sobre los principales cambios a la ley electoral que tiene media sanción en Diputados y aún debe discutir el Senado.
La ciudadanía se encuentra nuevamente frente al debate de una nueva reforma electoral que le propone la clase política. Esta vez de nivel nacional. La Cámara de Diputados ha dado media sanción a un conjunto de cuestiones que deberán ser discutidas y aprobadas en las próximas semanas por el Senado de la Nación para convertirse en ley.
   Antes que nada debemos entender que toda reforma política discute la manera de repartir el poder político electoral y las distintas opciones que toman los legisladores inciden y condicionan las decisiones del elector.
   A partir de ello debemos hacer una aclaración. Estas modificaciones tendrán vigencia sólo para cuando elegimos entre los candidatos para los cargos legislativos o ejecutivos de nivel nacional, o, algunas de estas normas, en las elecciones simultáneas. Por lo cual, en el marco de nuestro federalismo, las instancias provinciales y locales no estarán necesariamente alcanzadas por estas nuevas reglas. Salvo que cada provincia, y en algunos casos los municipios, opten por adherir a la ley de nivel nacional o decidan votar simultáneamente.
   Entre los principales cambios decididos podemos enumerar los siguientes.
Cómo se vota. El proyecto con media sanción establece el sistema de boleta única electrónica que se aplicó por primera vez el año pasado en la ciudad Buenos Aires. El mismo, si es aprobado, será implementado en todo el país simultáneamente desde las elecciones legislativas de 2017 para los cargos nacionales.
   El sistema, que suplanta a las boletas sábana de papel tradicional, busca evitar algunos de los problemas que suelen darse en los comicios. Entre ellos se destacan el robo o faltante de boletas, su suplantación por boletas apócrifas y la falta de fiscalización por parte de los partidos.
   Esta es una discusión que en Santa Fe y Córdoba ya se ha dado cuando se implementó la boleta única en papel y nos hemos explayado en los beneficios y perjuicios de cada sistema.
   Sin embargo hay tres temas que deben ser aclarados en relación con la boleta única electrónica.
   El primero de ellos se refiere a la idea según la cual con la boleta única electrónica se termina con las prácticas clientelistas. Así lo expresaba Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, al señalar que "con la boleta electrónica se va a terminar con el clientelismo ya que la boleta en papel lo fomenta". No estamos de acuerdo con lo señalado ya que con este sistema se pueden evitar otras falencias de los comicios pero no ésta. El clientelismo, como han señalado colegas, no es sólo un acontecimiento del domingo de elecciones, ni se erradica con una boleta única electrónica. De ser así no se tendrían las distintas indicaciones de las diferentes autoridades electorales sobre el uso de los celulares durante el momento de sufragar para evitar el llamado "voto cadena". El clientelismo no es un problema con solución tecnológica, ni resoluble con una "fe ciega" en que "si hay algo que se enchufa y tiene un microchip estamos salvados".
   El segundo, que la idea de que es un sistema que evita el fraude por su seguridad está puesta en cuestión por distintos profesionales que analizan su vulnerabilidad. Señalan que dado que la boleta única electrónica incluye un chip, éste se puede destruir, leer y modificar desde una corta distancia. Además, como cada chip está numerado es posible identificar quién votó a quién. Por su parte, los defensores del sistema consideran que "mantiene inalterables los valores del voto tradicional en papel", a lo que se suman las virtudes de la tecnología. Así "es el propio sistema, y no el esfuerzo partidario, el que brinda las garantías para que se respete la libre decisión del votante".
   Por último, que el sistema favorece a los partidos con menor estructura territorial, donde los fiscales seguirán siendo necesarios para controlar el escrutinio de mesa, pero verán una reducción de sus requerimientos organizativos.
A quiénes se vota. Tres son los cambios votados. El primero refiere a la participación igualitaria entre hombres y mujeres en la conformación de las listas legislativas. La paridad de género deberá garantizar que figuren intercalados en las listas. Esta decisión tuvo un amplio apoyo de los legisladores, aunque provocará modificaciones en la forma de selección de sus candidatos en los partidos políticos.
   El segundo es la prohibición de las candidaturas múltiples que impide que un dirigente sea candidato de manera simultánea para dos cargos nacionales. También lo hace para las candidaturas en paralelo para cargos nacionales, provinciales y municipales que se elijan en comicios simultáneos.
   Es interesante el efecto práctico de esta última prohibición ya que no tendrá efecto para aquellas provincias o municipios que decidan separar sus elecciones de las nacionales. Con ello se produce un fuerte incentivo a favor de la separación de los turnos electorales nacionales y distritales cuando los dirigentes provinciales quieran escapar de esta reglamentación.
   Por último, se modifica la manera de elegir a los candidatos para el Poder Ejecutivo de la Nación. En las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias presidenciales no se elegirá una fórmula sino sólo candidato a presidente. De esta forma se abre en la segunda vuelta electoral la posibilidad de completar la fórmula con la nominación de un vicepresidente que favorezca los acuerdos en el interior de los partidos o coaliciones.
Quién controla. Otro de los cambios fundamentales se ha dado en quién tiene la responsabilidad de ser la autoridad para el escrutinio. Hasta la actualidad el control jurisdiccional nacional del escrutinio provisorio, que incluye la recepción de votos, el proceso y la difusión de los resultados, ha estado a cargo del Poder Ejecutivo a través del Ministerio del Interior. El nuevo régimen designa a la Cámara Nacional Electoral para que el proceso electoral quede en sus manos. El objetivo de este cambio es evitar la colusión de intereses entre el gobierno y quién regula los procesos electorales, en otras palabras se parte de la suposición de que no habrá involucramiento del poder político en los cómputos provisorios de los votos. En suma, se busca dotar de transparencia a los comicios.
   Los argumentos no son coincidentes para todas estas iniciativas y se prestan a valoraciones que no pueden ser cotejadas necesariamente con los casos en los cuales el sistema ha sido implementado.

   Nuevamente se coloca en el sistema de votación y de control del voto una explicación de la dinámica política que tal vez deba buscarse en otros factores. Lo que no puede desconocerse es que la reforma política en su conjunto tiene una serie de consecuencias concretas en la competencia electoral, que beneficia a algunos y perjudica a otros.
V. Gastón Mutti
Profesor Titular UNR- UNER
Director del Centro de Investigación de Políticas Sub Nacionales UNR

jueves, 13 de octubre de 2016

Brasil, un mes y tres días después del impeachment. Dinámica institucional y elecciones municipales.

V. Gastón Mutti
Director del CIPS
Profesor Titular UNR-UNER[1]

            Aún resuenan y se hacen presentes las palabras que aclamaban o denostaban el impeachment al que fue sometida Dilma Rousseff en el mes de agosto en el Senado de Brasil. Un mecanismo que fue introducido en el cuerpo constitucional de ese país para sancionar transgresiones de naturaleza política, no necesariamente para actuar ante delitos en el sentido estricto del término. Estamos frente a los “delitos de responsabilidad”
            Y en esa característica se encuentra la particularidad de su utilización. Como es sabido en El Federalista ♯65 se consideraba que, dado el carácter elitista y contra mayoritario otorgado al Senado desde los debates fundacionales (Gargarella, 1995, 80), este cuerpo preservaría la necesaria imparcialidad en el juicio por su “sentido de responsabilidad y el interés que ellos tendrán en una administración respetable y próspera [que] les inspirarán una suficiente disposición a actuar”.
Sin embargo señalaba Hamilton, el 7 de marzo de 1788, que esos delitos: “Poseen una naturaleza que puede correctamente denominarse POLÍTICA, ya que se relaciona sobre todo con daños causados de manera inmediata a la sociedad. Por esta razón, su persecución rara vez dejará de agitar las pasiones de toda la comunidad, dividiéndola en partidos más o menos propicios o adversos al acusado. En muchos casos se ligará con las facciones ya existentes, y pondrá en juego todas sus animosidades, prejuicios, influencia e intereses de un lado o de otro; y en esas ocasiones se correrá siempre un gran peligro de que la decisión esté determinada por la fuerza comparativa de los partidos, en mayor grado que por las pruebas efectivas de inocencia o culpabilidad” (Hamilton, Madison, Jay, 1994, 277).
En otros términos, la dinámica de los hechos que han acontecido en Brasil ya estaban previstos por quienes propusieron inicialmente estos mecanismos.
Más de 150 han sido los pedidos de impeachment realizados desde 1985.
El primer presidente al que se le presentó fue José Sarney. Sin embargo el primero al que el mecanismo obligó a renunciar antes de ser enjuiciado fue Fernando Collor de Melo. Después de 1992, y hasta la actualidad, los cuatro presidentes que ocuparon el cargo – Itamar Franco (PRN), Fernando Henrique Cardoso (PSDB), Luis Inácio Lula da Silva (PT) y Dilma Rousseff (PT), sufrieron también varios pedidos de juicio político. Se han contabilizado 50 realizados por el PT a todos los presidentes en ejercicio entre 1990 y su triunfo en 2003.
Por parte de distintas fuerzas políticas 17 fueron iniciados contra Fernando Henrique Cardoso, 34 contra Lula y 67 contra Dilma Rousseff (de ellos 34 en 2015).
La laxitud con que está previsto el mecanismo lo transforma en la práctica en una forma de destitución por censura parlamentaria lo cual pone en discusión la estructura misma del presidencialismo, como también los criterios de representación popular (Negretto, 2016, 7).

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Fue en este marco en que se llevaron adelante las elecciones municipales del día domingo 2 de octubre en Brasil.
El PT sufrió su mayor derrota desde que alcanzó el gobierno en 2003.
            El resultado de la primera vuelta lo muestra al PT como el décimo partido en cantidad de prefecturas ya que alcanzó el triunfo en 256 y perdió 374. Cuatro años atrás el partido había sido el tercero, alcanzando el triunfo en 630 (por sus diferentes alianzas algunos cómputos consideran 642).
            Sin embargo, antes de las elecciones, en 108 de ellas, sus prefectos ya habían abandonado el PT en los dos últimos dos años producto de la migración de estos políticos a otras fuerzas que los resguardaran de la debacle que presentían.
            El desempeño fue peor en las grandes ciudades del país, ya que en los 54 municipios con más de doscientos mil electores sólo ganó en uno en primera vuelta (la capital de Acre, Río Branco) y colocó siete candidatos en segunda vuelta.
            Los resultados dejan al PT con 241 mil electores gobernados en los municipios más grandes, los que pueden llegar a 3,3 millones si triunfa en todos los casos en la segunda vuelta el 30 de octubre. En oposición en el año 2012 el electorado gobernado directamente por sus prefectos pasaba los 15 millones.
            La derrota del PT también significó un golpe para la estrategia histórica de Luiz Inácio Lula da Silva de imponer candidatos a las elecciones sin trayectoria en el partido para disputar cargos importantes. Lula se proponía desparramar en el país sus “postes” (en relación a candidatos “plantados” por él), como en su momento lo hizo con Dilma Rousseff en la presidencia y Fernando Haddad en la prefectura de San Pablo.
            Esta estrategia del ex presidente de mantener un control total sobre el partido y que todos estuvieran vinculados a él, no era compartida por parte del propio PT que discutía la forma en que definía los perfiles de los candidatos a los principales cargos y la elección de los mismos principalmente entre sus ex ministros acusados de tecnócratas con dificultad para actuar en el mundo de la política.
            En las elecciones municipales, los partidos que se vieron beneficiados por las derrotas del PT en esas prefecturas fueron el PSDB, PSD, PP, PDT, PR, DEM y PTB que, comparativamente con las elecciones anteriores, alcanzaron el triunfo en un mayor número.
            El gran ganador de los comicios en cantidades de votos fue el PSDB que venció en 791 municipios, 105 más que en 2012. Sin embargo su principal logró fue en San Pablo dónde desplazó al PT por más del 50% de los votos. De esta forma la administración de las grandes ciudades llega a 12,6 millones de personas bajo su mandato y aguarda la segunda vuelta en otras ocho capitales y diez municipios.
            Por su parte el PMDB no aprovechó la caída del PT, y aunque ganó el mayor número de municipios (1027) sólo aumentó en 12 las prefecturas respecto de 2012. Mantuvo un porcentaje de 18% de municipios y gobernará unas 14,8 millones de personas bajo su mandato que podrán ampliarse con sus 12 participaciones en la segunda vuelta electoral. Fue el partido que concurrió con el mayor número de candidatos a prefectos y concejales. Lo hizo en 16 capitales estaduales.
            La cantidad de votos de cada partido podrán incrementarse sensiblemente para aquellos que disputen la segunda vuelta, ya que de las diez ciudades más grandes del país, ocho aún tienen que elegir a sus prefectos entre los dos partidos más votados.
            El PSDB lo hará en Minas Gerais, Río Grande do Sul, Amazonas y Pará; el PT solamente en Recife, PR y PSOL en dos, entre ellas Río de Janeiro, y el PMDB sólo en una Río Grande do Sul.
            Otro perdedor relativo de la primera vuelta es el PSB que, en los municipios de más de 200 mil habitantes sólo logró un triunfo (Campinas). Deberá demostrar que puede mantener su presencia con su participación en la disputa de nueve municipios en segundo turno, aunque ya no llegará a sus 11 prefecturas en grandes ciudades como en 2012. No obstante, si el mejor de los escenarios se da para el PSD, perderá cerca de 2,1 millones de  electores gobernados de los 7,7 millones que tenía

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            Dos escenarios se están reconfigurado en Brasil. Por un lado el de sus instituciones políticas y constitucionales. Sus órganos ejecutivos y legislativos deberán construir un nuevo balance que permita saldar el desacuerdo entre las instituciones formales y su práctica, entre la legalidad y la legitimidad de los actos de gobierno. Un límite importante a esto lo coloca el mismo fragmentado y desnacionalizado sistema de partidos brasileño.
            Por otra parte, los últimos comicios han actuado como un indicador de la consideración ciudadana de las diferentes fuerzas políticas. El hasta hace poco partido mayoritario cede su lugar a otras fuerzas que disputarán su lugar en las elecciones presidenciales de 2018.
            Esto produce un mayor nivel de tensión en la política brasileña dado que en períodos preelectorales los consensos son muy poco probables y la diferenciación parece ocupar el centro de la escena.

Rosario, 11 de octubre de 2016.

Bibliografía:
Gargarella, R., Nos los representantes. Crítica a los fundamentos del sistema representativo, Miño y Dávila Ed., Buenos Aires, 1995.
Hamilton, A., Madison, J., Jay, J., El Federalista, F.C.E., México, 1994.
Negretto, G., “Destitución: ¿castigo penal o político?”, en La Nación, 19/9/16, http://www.lanacion.com.ar/1938137-destitucion-castigo-penal-o-politico



[1] Por contactos gmutti@unr.edu.ar, www.gastonmutti.blogspot.com.ar y www.formasdelapolitica.wordpress.com . Agradezco los comentarios realizados por Cintia Pinillos y Diego Gantus ambos profesores de la UNR- UNER.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Lo que los ojos ven y lo que el corazón siente.

Marcelo Barreto
Diario O Globo, Suplemento Río 2016
Domingo 14/08/16, 2° Edición, pág. 4
(traducción propia)

            Michael Phelps aumentó su colección de oros y superó hasta a Leónidas de Rodas, el mayor campeón olímpico de la Grecia antigua, en el desempeño de pruebas individuales- hasta ser vencido por un nadador de Singapur que se sacó una foto con él cuando era chico y dijo “cuando crezca quiero ser igual a vos”. Majlinda Kelmendi conquistó en judo la primera medalla de Kosovo, un joven país fustigado por la guerra y que aún no fue reconocido por Brasil. Simone Biles desafió la gravedad y levantó dudas sobre el hecho de tener una columna vertebral. Hechos extraordinarios fueron registrados en la semana 1 de Río 2016.
            Más los héroes del deporte tuvieron que dividir espacio en los titulares de los periódicos con otros hechos extraordinarios de la primera edición de los juegos en la América del Sur: el agua verde de María Lenk, la bala perdida en la sala de prensa del hipismo en Deodoro, los jacarés y los carpinchos del golf, las filas para entrar en el Parque Olímpico y comprar comida o bebida, los desniveles y las goteras en las canchas… Y, claro que sí, los hinchas brasileños.
            Ellos gritaban en el momento del saque de tenis y de la largada de la natación. Abucheaban los adversarios en la gimnasia artística. Cantaban “Ȏȏȏȏ…Zika!” cada vez que Hope Solo[1] ejecutaba un tiro de meta. Alentaban a las esgrimistas a todo volumen diciendo “rómpela”. Reprendían a los argentinos, a veces llegando a los hechos. Y terminaron la semana invadiendo la pista del Estadio Olímpico. Todo eso hiere la etiqueta del deporte en alguna medida –en una escala de cero gritar a Hope Solo, a diez, peleas e invasión. De la misma forma, hay una graduación en las reacciones de los atletas. Hubo quien perdió la deportividad, como el jugador de vóley de playa que respondió a la hinchada brasileña en el estadio de vóley de playa con un gesto obsceno. Por su parte Michael Phelps y Simone Biles –curiosamente dos de los mayores vencedores de Río- dijeron nunca haber competido con una atmósfera tan vibrante. El yerro más común es tirar todo en el mismo cesto.
            El deporte tiene una invocación irresistible para la sociología de taberna. No es sólo la prensa internacional la que observa la hinchada de un estadio olímpico y piensa que está viendo a Brasil allí, dejando de notar lo obvio: la diversidad de quien gusta del deporte. Estuve en el parque olímpico todo el día. De cerca, el hormiguero humano que las cámaras del estudio panorámico de Sport TV captan desde arriba. muestran que hay gente que economizó dinero para gastar con el deporte que ama, cazadores de celebridades, familias que disfrutan unidas el espíritu olímpico, borrachos que gritan idioteces y coleccionan los vasos con pictogramas de las cuarenta y dos modalidades.
            ¿Por qué ellos representarían algún tipo de unidad nacional? Brasil tiene a Rafaela Silva, que salió de la Cidade de Deus para ser campeona olímpica y mundial de judo, y tiene a los internautas que publicaron insultos racistas contra ella después de la eliminación en Londres. Brasil tiene a Caio Bonfim, que entrenó en las calles de Sobradinho para llegar a cinco segundos del podio en Río, y los conductores que le gritaban ofensas homofóbicas cuando él pasaba, porque la técnica de la marcha atlética recuerda una danza en la que se mueven las caderas.
            Estos dos países pueden estar representados en la hinchada brasileña. No se vuelven uno sólo ni aún en la hora de provocar a los argentinos –que pueden cantar las mismas canciones todo el tiempo, aunque son igualmente diversos. Por otra parte, esperé el final de Brasil y Argentina para escribir este último parágrafo. El evento más temido de Río 2016 hasta ahora, que llegó a ser tratado como asunto de seguridad nacional, fue un hecho extraordinario –un partidazo de básquet.



[1] Arquera de fútbol de los Estados Unidos que expresó su temor por la enfermedad (nota del traductor).

viernes, 29 de julio de 2016

Fragmentos de la nota en el Programa ABC Universidad sobre la construcción política de Cambiemos.


http://radio.unr.edu.ar/nota/1602/La-construccion-politica-de-Cambiemos

lunes, 25 de julio de 2016

Cambiemos. ¿Qué cuestión?

Colaboración con Mario Riorda sobre las modificaciones que ha conllevado Cambiemos en la política argentina

La palabra cambio encierra sus ambigüedades. Cuánto de nuevo y cuánto de viejo esconde la expresión. El concepto de cambio no nos explica con claridad los sucesos acaecidos en nuestro país luego de la instauración del nuevo gobierno, pues nos lleva a una idea de alternancia que oculta las continuidades, como también las rupturas, que se producen en nuestros días en el campo de las relaciones políticas.
En primer lugar, un poco más de la mitad de la ciudadanía se expresó en el mes de noviembre pasado a favor de cambiar el signo político de quien gobernaba. En los turnos electorales precedentes estos porcentajes habían sido significativamente menores. Tal vez los sucesos y denuncias posteriores nos oculten que en la decisión de los electores funcionó más la idea de terminación de un ciclo, de un modo de gobernar (Bobbio), que de oposición a muchas de las políticas con las que se referencia a esa experiencia.
Para comprender la idea de terminación de un ciclo lo podemos asemejar a aquella propuesta realizada por Albert Hirschman de entender los cambios en los comportamientos colectivos y en las preferencias como momentos en los que la decepción y la insatisfacción por lo existente se expresan.
No podemos olvidar que una de las constantes de la política argentina desde los años ‘90 fue (con pocas excepciones temporales) el otorgamiento de “superpoderes” al Poder Ejecutivo Nacional para el manejo de las partidas presupuestarias y la utilización de Decretos de Necesidad y Urgencia para gobernar (la Democracia Delegativa de O’Donnell aunque él la pensaba inicialmente sólo para experiencias neoliberales exitosas). El elemento de continuidad fue la permanente búsqueda de un ejercicio hiperpresidencialista justificado en el argumento de la gravedad de las crisis vividas.
Sin embargo, las características que asumió el reparto de poder luego de diciembre de 2015 entre el Congreso nacional y el Ejecutivo Nacional plantea un cambio en la manera de gobernar en el país que no necesariamente fue deseado por Cambiemos, sino que fue el producto de la manera de expresarse de la voluntad popular.
            Así, la democracia argentina tendrá como tarea explorar la construcción de  espacios en los que se alcancen acuerdos cooperativos comunes para erradicar paulatinamente el malestar que vive nuestra sociedad.
En segundo lugar se encuentra el impacto de Cambiemos sobre los partidos políticos, principalmente los tradicionales. Con mucha claridad, como ha sido señalado en diversos estudios, tanto el FPV como el PRO son los dos emergentes de la crisis de representación del 2001. Sin embargo los caminos por medio de los cuales se han relacionado con las anteriores fuerzas políticas nacionales han sido decididamente diferentes.
La construcción de Cambiemos implicó un trueque importante entre la UCR y el PRO, en la cual la primera dotaba de territorialidad a la alianza, mientras el segundo le daba un liderazgo con performance electoral y vínculos representativos renovados.
Sin embargo esta relación no estuvo exenta de casos particulares. Esto se debió a un cambio de estrategia dentro del PRO que se produjo hacia el año 2010. Hasta ese momento la fuerza había privilegiado el escenario local de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (como señalan Vommaro y Morresi). A partir de allí se comenzó a proyectar sobre otras provincias la búsqueda de captación de cuadros de las élítes conservadoras de cada distrito, de los partidos tradicionales (incorporaciones tanto del peronismo como del radicalismo), de algunas organizaciones no gubernamentales, del sector empresarial, deportivo, del mundo del espectáculo.
Como en todo proceso de construcción partidaria, las dirigencias ya existentes que estaban disponibles en cada distrito, más algún emergente particular por su conocimiento público, ha sido el modo de la presentación del PRO como “partido completamente nuevo”. A ello ha sumado una constante afirmación discursiva que buscó desprenderse de uno de los clivajes tradicionales de la ubicación partidaria: “no somos de izquierda ni de derecha” “queremos estar cerca de la gente”. La “gente”, no los ciudadanos. Sin embargo, esto no ha sido una particularidad sólo del PRO ya que esta misma afirmación sobre la ideología la realizaba el líder del Frente Renovador en el proceso electoral de 2015.
Son justamente estas alianzas provinciales preexistentes las que han tensionado la construcción de Cambiemos. En el ciclo electoral pasado en algunos distritos sólo la separación de los comicios provinciales, locales y nacionales permitieron una convivencia que será puesta a prueba en el próximo turno de votación (Santa Fe y Córdoba entre ellas). En otros distritos implicó la no presentación de partidos tradicionales de la alianza (el ejemplo es Entre Ríos) o produjo acuerdos más abarcadores con la inclusión del Frente Renovador (Jujuy como caso exitoso).
El tercer punto que deseamos destacar es que Cambiemos ha significado una transacción entre sus miembros respecto de la definición del rol del Estado y del rumbo económico. En esta transacción no pueden excluirse por su participación (explícita o no) a los actores económicos fundamentalmente empresariales como sindicales.
Esto se debe a que Cambiemos ha definido (no sin contradicciones) que el Estado debe tener un rol a ejercer y los conceptos de heterodoxia y desarrollismo forman parte de su vocabulario. Pretende que no sea el Estado de los años ’90, tampoco el de la última década, sin embargo las presiones para implantar políticas más ortodoxas son internas a la misma coalición y se incentivarán si se posponen los resultados esperados.
Así, el gabinete nacional expresa una amalgama de dirigentes partidarios de diversas extracciones, expertos en diferentes áreas y ex gerentes de empresas privadas (en muchos casos multinacionales). Sus posicionamientos ideológicos son divergentes ya que Cambiemos no se ha constituido a partir de una unidad en ese sentido, y plantean tensiones en las decisiones sobre el camino a seguir.
En estos tres elementos de tensión: un poder dividido que obliga a negociar; una construcción partidaria nacional inacabada en el PRO que puede contraponerse a la de sus propios socios; y un rol del Estado sin un consenso consolidado; se constituyen algunos de los desafíos de la política de Cambiemos para su futuro como fuerza electoral y gubernamental.



Rosario, 19 de julio de 2016.

jueves, 21 de julio de 2016

Si todo sale mal


“Qué pasaría, se pregunta Eno, si comenzáramos a vivir como si no hubiera un ‘largo plazo’, como si en lugar de sentirnos parados en el borde de un continente nuevo e inexplorado nos sintiéramos, en cambio, en un bote con gente de más, en aguas hostiles, con pasajeros peleando por mantenerse a bordo, y dispuestos a matarse por el agua y la comida que queda (…).
[L]os fenómenos humanos sociales y vinculares son mucho más difíciles de predecir que los tecnológicos. En Volver al futuro III, el director Robert Zemeckis se imaginó un porvenir a tres décadas (que se cumplieron en octubre pasado) lleno de autos y skates voladores, pero no hay allí personas del mismo sexo caminando por la calle de la mano. En 2001 Odisea del espacio, Slanley Kubrick pronosticaba en 1969 un futuro espacial a 32 años, pero todas las mujeres del film son asistentes, azafatas o secretarias: Kubrick no previó la revolución de género de los setenta.
Hoy, la discusión de la futurología puede graficarse sobre dos ejes, que forman cuatro cuadrantes. Uno de los ejes tiene que ver con el debate entre quienes hablan de una aceleración del cambio y progreso tecnológico (la singularidad) y quienes son más escépticos con esta hipótesis, al estilo Robert Gordon, el economista de Northwestern que asegura que los aportes a la economía de los descubrimientos de la Revolución Industrial fueron mucho más significativos -en términos relativos- que los de los avances tecnológicos actuales.
El otro eje tiene que ver con gradación entre optimismo y pesimismo. Los primeros, con los académicos de Singularity a la cabeza, prevén que los progresos y la innovación traerán una economía de la abundancia. Los pesimistas ven un porvenir mucho más distópico, con problemas serios de crecimiento, distribución del ingreso y empleo que serán el caldo de cultivo para el surgimiento de extremismos políticos, en un círculo vicioso”.
Fragmento de:http://www.lanacion.com.ar/1914639-para-empezar-el-dia-bien-arriba-y-si-todo-sigue-cada-vez-peor
Por Sebastián Campanario

martes, 21 de junio de 2016

Entrevista realizada por Julieta Fouquet a V. Gastón Mutti sobre la situación de Brasil. 3 de junio de 2016.


Licenciado en Ciencia Política- UNR. Docente-investigador de UNR-UNER.

1-      ¿Cómo analizas la actualidad política en Brasil?
G.M: Cuando uno sitúa la realidad brasileña, la primera gran constatación que uno hace es que Brasil es un continente, un país tan grande, tan heterogéneo, con una diversidad social y cultural tan impactante que desde nuestra perspectiva argentina, nos parece realmente inconmensurable en sus realidades y situaciones. En ese contexto debemos entender el gobierno de Dilma Rousseff que tuvo en el inicio de su segundo mandato un momento clave. Estuvo condicionado por una realidad muy contrastable con su anterior período, ya que se dieron cambios profundos en su política económica.  Esto no limitó necesariamente a las grandes iniciativas del gobierno del PT (Partido de los Trabajadores) que fueron colocadas desde el inicio en las políticas y prácticas sociales inclusivas. Sin embargo, el impacto que tuvieron las nuevas medidas de ajuste marcó el fin de una determinada etapa de esta experiencia. Por una parte, desde un sector proclive al PT lo veían como un ajuste impensado por un partido de izquierda, y desde el otro lado, los actores más tradicionales de la sociedad brasileña lo veían como políticas insignificantes que no encaraban lo que realmente se debía hacer. El inicio de este segundo mandato marca el cambio de las expectativas sociales sobre el gobierno de Dilma.
2- Muchos consideran que el segundo mandato de Dilma fue un error. ¿Cómo lo analizas?
G.M: La primera cuestión clara a señalar es que Dilma gana con amplia mayoría en varios estados pero le es muy complicada la situación en los núcleos de estados más desarrollados. No nos olvidemos que los demás candidatos fueron muy poderosos electoralmente. Hay algo muy interesante a señalar ya que cuando se cruzan los mapas del impacto de los planes sociales con el voto al PT,  se constata una correlación ya que donde se localizaban más planes sociales el PT tenía mayores niveles de aceptación. En esta segunda elección hay que plantear algunas situaciones. Primero que a Lula le convenía que gane Dilma porque él se constituía en el seguro candidato del PT en las elecciones de 2018. Segundo, que de mantenerse el acuerdo con el PMDB (Partido Movimiento Democrático Brasileño,) era casi seguro que se ganarían las elecciones.  En la política brasileña, por su sistema de partidos, necesariamente para ganar las elecciones se deben dar acuerdos. El PT siempre tuvo que hacerlo. Por esto no fue un error, sí una posible acción lógica frente a una segura postulación de Lula en 2018, ya que los partidos están estructurados para ganar elecciones.
3-      ¿En qué quedó la imagen positiva de Lula da Silva?
G.M: Hoy en día es cercana al 25 %, un núcleo duro de militancia del PT siguen estando y apoyando a Lula como un líder que puede cambiar esta situación. Sí es verdad que su imagen positiva disminuyo y las opiniones negativas crecieron. Es por lo tanto una imagen parecida a la de Cristina Fernández acá en nuestro país con personas que siguen apoyando a su partido y a su liderazgo, pero también un gran número de gente que rechazan su figura para ocupar un cargo público.
Un dato muy significativo de la realidad brasileña es el temprano encarcelamiento de un grupo importante de empresarios ligados a la obra pública que fueron acusados de ser parte de un mecanismo significativo de tráfico de dinero de las arcas públicas a las privadas para obtener beneficios personales  o para los partidos políticos.
4-      ¿Qué rol tuvo y cómo influyó las acciones que llevó adelante el PMDB en la pérdida de poder de Dilma?
G.M: Determinante. Sin el cambio de posición del PMDB hoy no habría impeachment. Cuando empiezan a salir los ministros de ese partido del gabinete de Dilma, ya estaba echada la suerte de que se vote a favor del juicio político. Mientras que de parte del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que fue gobierno antes de PT,  al principio estuvo en contra del juicio político pero luego, según aducen por la aparición de pruebas contra la presidente, cambió su postura.
Durante los últimos tres meses, según el humor social, según como se presentaban las posibilidades y  como se contaban los votos en el Congreso, iban cambiando las posturas a favor del juicio político.
Un actor importante en este proceso es el ex presidente Fernando Henrique Cardoso del PSDB,  aunque ya no tiene cargos institucionales sigue tomando decisiones y teniendo influencias dentro de su partido. Él, había sugerido a fines de 2015 que la oposición no debía fijarse como prioridad el impeachment, sin embargo posteriormente modifica su posición hasta convertirse en un claro promotor de la medida. El grueso de los políticos brasileros plantea que Dilma no ha tenido casos personales de corrupción, pero si su partido y su gobierno.
5-      Recién hiciste referencia al humor social del pueblo brasileño, ¿Cuánto influyeron las movilizaciones y las protestas de la gente?
G.M: Mucho, porque allí tenemos junto a la masividad de las protestas, a sectores muy importantes de Brasil movilizándose en contra del gobierno. Uno se puede tentar en calificarlos como sectores de clases medias urbanas. Pero debemos refinar nuestra observación porque sino uno termina creyendo que los ricos están a favor de este, y los pobres a favor de aquel. Y ese no fue el caso. La amalgama de distintas clases sociales se vio en las movilizaciones urbanas que buscó respaldar al accionar de la justicia brasileña.
Allí la justicia ha funcionado de manera diferente a lo sucedido en Argentina. En nuestro caso se juzga cuando los funcionarios están ya fuera del ejercicio del poder. Puede ser en algunos casos porque el ritmo de los procesos es otro, pero políticamente podemos sostener que en las últimas décadas se ha constatado la debilidad del poder judicial argentino frente a quienes ejercen el poder ejecutivo.
En el caso de Brasil, es a partir de las acciones de un juez estadual que se fueron dando las circunstancias para que Dilma pueda ser juzgada.
Políticamente podemos sostener que la oposición buscó echar a Dilma, para echarlo a Lula, no se buscó que sólo perdiera Dilma, se buscó que perdiera el PT.
Técnicamente el caso es sobre la utilización de las cuentas públicas para esconder el déficit fiscal, pero en el fondo se están discutiendo los casos de corrupción que también tienen implicados a quienes separaron del cargo a Dilma. Por lo cual lo que está en crisis es la propia clase política brasileña.
6-      En nuestro país también hay posibles casos de corrupción que están siendo investigados. ¿Crees que en Argentina puede suceder como en Brasil?
G.M: En lo referente a la separación de un presidente en Argentina tuvimos un caso similar a Brasil en el año 2001. Fueron dos instancias donde los parlamentos terminaron tomando las decisiones respecto de cómo resolver las crisis políticas que se estaban dando. Esto ha sido muy estudiando por Aníbal Pérez Liñán que analiza el rol de los parlamentos en la destitución de presidentes o  resolución de crisis políticas en América Latina. En estos casos la propia institucionalidad política es recorrida a veces por un camino de cornisa como fue en el caso de Paraguay. Sin embargo han logrando sobrellevar  crisis políticas que antes se resolvían con un golpe de Estado militar que implicaba el fin de la democracia y de las libertades civiles.
Esto nos muestra que ante estos nuevos patrones de inestabilidad política hay ciertos sesgos de resolución de estos conflictos por vía de la institucionalidad que es un cambio significativo. Nos puede parecer poco o mucho, pero que en Brasil se tengan elecciones municipales en octubre   demuestra que continúa la vida política, cuando con un golpe de Estado hubiese sido completamente distinto. Tampoco es lo mismo que ya que Dilma sigue recorriendo el país y hablando contra el actual gobierno, y además la justicia continúa juzgando a políticos que incluso votaron a favor del impeachment o son parte del ejecutivo interino.
7-      ¿Qué papel tiene Michel Temer en este momento en la política brasileña?
G.M: Temer es caracterizado como un político profesional, la política es su trabajo y su vida. Siempre fue un político muy importante pero ha sido caracterizado como alguien que se mueve más en las sombras, que no ha tenido una alta exposición. No diría de segunda línea. Es un miembro fundamental en su partido el PMDB, que ya tuvo tres presidentes en Brasil. Llegó a ser vicepresidente de Dilma y termina alcanzando el cargo máximo.
Temer desde los últimos meses, empezó a observar las posibilidades reales de llegar a la presidencia y por eso comenzó a formar su gabinete y su gobierno antes de la votación del impeachment de las últimas semanas.
Sin embargo debemos reconocer otros actores en la política brasileña. Uno de los fundamentales en la vida institucional es la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) ya que es el sector corporativo y empresarial más fuerte y que ha tenido una voz significativa para pensar la vida política brasilera. Su oposición a Dilma fue fundamental.
 Otro actor fueron los medios de comunicación. En la oposición al gobierno del PT particularmente la Red O’Globo, que  ha colocado en otras épocas incluso presidentes, fue fundamental para torcer la voluntad de muchos legisladores a la hora de votar el impeachment.
8-      ¿Cómo influyeron los medios de comunicación en el segundo mandato de Dilma y en este proceso?
G.M: Negativamente, dándole un lugar sumamente destacado a movilizaciones en contra del gobierno. Aunque no hacían necesariamente lo mismo con las muestras de opiniones a favor. Sin embargo periódicos de menor tirada o que se expresan por medios más reducidos han sido críticos de este proceso
9-      A modo de análisis, ¿Cómo puede continuar esta etapa?
G.M: Hoy en día todo implica que Dilma una vez apartada del gobierno,  continuará con su defensa tratando de actuar y convencer a la opinión pública. Sin embargo los mecanismos legales continuarán con su funcionamiento. Así, haber tenido una votación absolutamente aferrada a la legalidad hará que este procedimiento prosiga, pero no es un sinónimo de tener un nuevo gobierno que se hace cargo del poder de Brasil con legitimidad. El propio Temer se caracteriza como presidente interino porque es totalmente consciente que su legitimidad de origen es y va a ser cuestionada.
Un dato importantísimo es cómo continuarán siendo aplicadas las políticas sociales de inclusión del PT. Porque de ello surgirá la lectura que del proceso haga una parte muy importante de la población que se beneficia con las mismas. Por otra parte el gobierno ha anunciado medidas privatizadoras de puertos, aeropuertos, de producción de energía, entre otras áreas, lo cual en cierta medida vuelve a traer ante nosotros un discurso mucho más similar al de los años 90 por la necesidad según del gobierno Temer de reducir el déficit fiscal.
10-   ¿Qué repercusiones puede generar que un país bajo el régimen democrático esté pasando por el proceso que está atravesando Brasil?
G.M: La institucionalidad brasilera está tratando de procesar una crisis política muy fuerte en la cual si nosotros nos basamos por los 54 millones de votos uno podría decir en Brasil se está llevando adelante una injusticia. Lo que pasa es que ahí es cuando nosotros estamos teniendo que discutir por un lado legalidad de los actos, y todo lo q ocurrió esta previsto en la Constitución brasileña.
Sin embargo está el tema es la ilegitimidad, probablemente Dilma sea el significante de Lula y del PT, como dije antes, se está echando a Lula y al PT. Los hechos por los que se la termina acusando a la presidente en realidad refieren a otra cosa muy distinta de la corrupción que atraviesa al país.
En estos hechos de corrupción también están implicados los otros partidos del gobierno interino e incluso el propio Temer. Por eso se puede decir que lo que tenemos hoy es una crisis muy importante a la política brasilera en su conjunto. La podemos asemejar al 2001 en Argentina más que a nuestra actualidad.

viernes, 10 de junio de 2016

Inversiones en Argentina. ¿Hacia dónde va nuestra economía?

De las inversiones que ha anunciado el gobierno se destacan como las primeras cuarenta (fuente La Nación domingo 5/6/16, elaboración propia).:

Cantidad de Proyectos              Millones de dólares
1° Energías renovables Gas Petróleo 6                                             3760   
2° Minería                                          2                                             3000
3° Automotrices                                 5                                             2060
4° Bebidas Consumo                         4                                              1610
6° Bancos                                           1                                             1382
7° Telefonía                                        2                                              1200
8° Construcción                                 2                                              530
9° Servicios- Medios                         1                                              450
10°Tecnología                                   3                                               287
11° Alimentos                                    3                                               262
12° Infraestructura- Transporte         2                                               203
13°Neumáticos- parabrisas               2                                               202
14° Puertos                                        1                                               100
15° Agroindustria                              2                                               100
16° Salud                                           1                                               80
17° Seguros                                       1                                               15
18° Servicios profesionales               1                                               6
19° Pesca                                           1                                               4


Coincido con mi colega Gabriela Benetti que son inversiones ya definidas desde tiempo atrás que marcan una continuidad del desarrollo de un modelo “neoextractivista”. Escaso valor agregado en las mineras que han demostrado un alto impacto en el medio ambiente. Consolidación de cadenas de valor en la soja y los cereales. En el sector secundario, ampliación del ensamble en la industria automotriz acoplada a Brasil –y a sus oscilaciones-, y en menor medida a otros países latinoamericanos. Como novedad las energías renovables más allá del gas y el petróleo. Por lo tanto, una clara visualización del “modelo” que se ha completado en los últimos años con empleo estatal. Es de suponer que un criterio “desarrollista”, como ha sido definido por el actual gobierno, deberá implicar mucho más que esto y sumar otras tendencias en la inversión.

martes, 3 de mayo de 2016

Clase por la Educación Pública

Llenamos la PLAZA para que NO SE VACÍEN LAS AULAS: Fragmento de la CLASE PÚBLICA de Teoría Política 1

viernes, 22 de abril de 2016

El problema de la segunda mitad del tablero

Una vieja leyenda cuenta que el ajedrez fue ideado por un hombre muy inteligente llamado Susa Ben Dahir que viajaba a Pataliputra, la ciudad capital del Imperio Gupta. El viajero aprovechó su visita para intentar mostrarle su creación al emperador Sheram. Éste había perdido en una de sus batallas a su hijo, lo que lo dejó profundamente consternado. Nada de lo que le ofrecían sus súbditos lograba alegrarle. El rey aceptó darle una audiencia y Susa le presentó un juego que, aseguró, conseguiría divertirle y alegrarle de nuevo: el ajedrez. Después de explicarle las reglas y entregarle un tablero con sus piezas el rey comenzó a jugar y se sintió maravillado: jugó y jugó y su pena desapareció en gran parte. Sheram, agradecido por el regalo, le dijo a Susa que como recompensa pidiera lo que deseara. El sabio contestó con una inclinación de su cabeza y continuó callado, luego de un momento solicitó le concediera hasta la mañana siguiente para dar la respuesta. Cuando al día siguiente Susa se presentó de nuevo ante el trono, dejó maravillado y algo ofuscado al rey con su petición que éste consideró sin precedente por su modestia. Sólo pidió que le entregaran un grano de arroz por la primera casilla del tablero del ajedrez, dos por la segunda, cuatro por la tercera, ocho por la cuarta, dieciséis por la quinta, treinta y dos por la sexta…. El soberano lo hizo callar y le indicó que recibiría el arroz correspondiente a las 64 casillas del tablero. Susa sonrió, abandonó la sala y quedó esperando a la puerta del palacio. Durante la comida, el rey se acordó del inventor del ajedrez y solicitó le informaran si habían entregado la exigua recompensa. Los servidores respondieron que estaban cumpliendo su orden, por lo que los matemáticos de la corte se encontraban calculando el número exacto de granos que le correspondía. Por la noche, al retirarse a descansar, el rey preguntó de nuevo y le dijeron que sus matemáticos trabajan sin descanso y esperan terminar los cálculos al amanecer. Al alba comunicaron al rey que el matemático mayor de la corte solicitaba audiencia para presentarle un informe muy importante. El rey ordenó que entrara. El matemático comunicó que habían calculado escrupulosamente la cantidad total de granos que deseaba recibir Susa lo cual resulta de una cifra tan enorme… Hasta el casillero número 32, la mitad del tablero, la cantidad de arroz aumentaba en términos razonables: 4000 millones de granos de arroz es lo que produce un campo grande por año, algo factible de pagar para el emperador, y ese fue el número resultante de elevar dos a la potencia 32. El problema sobrevino en la segunda mitad: para el casillero 64, la cantidad de granos requerida supera al monte Everest, y es más que toda la producción de arroz de la historia. El emperador escuchaba lleno de asombro la cifra que el anciano matemático le indicó: dieciocho trillones cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones setenta y tres mil setecientos nueve millones quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince (18.446.744.073.709.551.615).