miércoles, 18 de octubre de 2017

El debate de candidatos a diputados nacionales de Santa Fe. Cada cuál atiende su juego.

            El domingo por la noche, durante dos horas, los televidentes de los canales de televisión abierta más el de cable de la Provincia de Santa Fe nos entregaron el intercambio de opiniones y posturas entre los cinco primeros candidatos a diputados nacionales (en cantidad de votos en las PASO) que competirán este 22 de octubre para ocupar nueve lugares en la Cámara de Diputados de la Nación. Ellos fueron, por orden de sorteo de exposición del primer bloque, Agustín Rossi (Frente Justicialista); Albord Cantard (Cambiemos); Jorge Boasso (Unite); Diego Giuliano (Proyecto Santafesino Un País); y Luis Contigiano (Frente Progresista Cívico y Social).
            Se esperaba un debate que colocara los principales temas de la agenda pública de la provincia hasta, al menos, la próxima elección del año 2019. Sin embargo, en general cada uno atendió a su juego.
            La mecánica de las exposiciones constaba de rondas de dos minutos por bloque de temas para cada uno, a lo cual se agregaba una nueva ronda de un minuto más en el que podían responder cuestionamientos y por último treinta segundos finales en los que agregaban o aclaraban algunas de las ideas planteadas.
            El manejo del tiempo por parte de los candidatos, incluso algún que otro excedente de segundos que quedaban sin ser utilizados, mostró la pulcritud en la preparación de las participaciones, que se aferraban a sus estrategias en las cuales la informalidad y la espontaneidad también eran fríamente calculadas. El libreto era algo que no podía ser abandonado en ningún caso. Por ello participamos de distintas exposiciones. No de un debate.
            Los cuatro bloques propuestos fueron: 1. Coparticipación económica, obras, cuentas públicas; 2. Seguridad ciudadana; 3. Educación, salud, desarrollo social; y 4. Economía, empleo, producción.
            En el inicio los candidatos pudieron presentarse durante un minuto. En ese tiempo ya se pudieron entrever las estrategias que seguirían durante las horas siguientes.          En el caso de Rossi sus principales intereses expositivos se centraron en su pertenencia al Partido Justicialista y a su defensa de sus referentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Aquí destacó su trayectoria y participación en el gobierno kirchnerista. Sin embargo, consciente de la debilidad que ello le podía acarrear en un electorado peronista no kirchnerista, enfatizó y destacó a su compañera de lista, Alejandra Rodenas, ya que espera que sus votantes en la PASO continúen apoyándola en los próximos comicios. La recurrente enunciación del nombre de Rodenas durante el inicio de cada exposición (ningún otro candidato nombró a los demás compañeros de la lista) muestra el temor de que una parte importante del voto que obtuvo su contrincante dentro del peronismo se deslice a la candidatura de Giuliano u otros espacios políticos. Una ausencia clave en el desarrollo de la contienda en los últimos meses fue la del dirigente nacional Omar Perotti.
            En el caso de Cantar, más allá de sus pertenencias institucionales previas como Rector y como Secretario de Política Universitaria, eligió centrarse en el “clásico” discurso de Cambiemos nacional y en la reivindicación del Presidente Macri, tratando de no salir del libreto establecido. La nacionalización de la campaña estuvo en el foco de su presentación, lo cual fue objeto de críticas de los otros candidatos que lo acusaron reiteradamente de “levanta manos” o de desentenderse de la provincia. El constante repaso de sus papeles le hacía quitar la vista de la cámara perdiendo efectividad argumental.
             El candidato Boasso buscó desde el inicio posicionarse como la mejor expresión del Presidente Macri en la contienda, incluso más que el propio candidato oficialista. Recordemos el veto político que se estableció para que pudiera participar de la propia PASO de Cambemos. Por ello, desde un primer momento optó por una estrategia agresiva en la cual pudiera centrar el debate en sus comparaciones entre cambio y pasado. Sin embargo, en su afán por diferenciarse y blandir críticas incisivas a los demás contendientes, minusvaloró la construcción de una agenda política focalizando en un discurso personalista. No en vano lo terminaron acusando de hacer teatro.
            Diego Giuliano utilizó sus antecedentes familiares para situarse como alguien que desde el peronismo y la “verdad” puede demostrar pertenencia a una organización como la Federación Agraria Argentina –FAA- (en un guiño a los sectores agropecuarios de la provincia), o la educación pública como motor del progreso. Su búsqueda fue la de posicionarse en un espacio comúnmente ocupado por el discurso clásico peronista, e interpelar a los sectores que habitan las numerosas pequeñas localidades de la Provincia.
            Por último Contigiani intentó destacar su perfil progresista aludiendo también en su caso a su pasado en la FAA, en el cooperativismo, como en aquellos sectores ligados a la producción y el federalismo. Siempre la idea de un modelo santafesino actuó como ariete que le permitiera quebrar los demás discursos. Colocar al FPCyS en el lugar de la innovación y el desarrollo en Santa Fe. No obstante, esto también se convirtió en varias oportunidades en su principal debilidad.
            Al exponer los ejes temáticos, encontramos que cada uno de los expositores desplegaron estrategias diferentes. Rossi no se preocupó por contestar las objeciones de sus contrincantes. En algunas oportunidades, Cantar siguió también este camino cuando los señalamientos lo apartaban de su objetivo discursivo. Contigiani defendía la bonanza del “modelo Santa Fe”, Boasso atacaba a los demás por falsos o pusilánimes y Giuliano se posicionaba en el lugar del peronismo no kirchnerista.
            En el desarrollo del primer eje tres fueron los temas constitutivos: la obra pública, la deuda de la Nación a la Provincia y la corrupción. Desde ya que los alineamientos se modificaban cuando se establecía un eje oficialismo- oposición. Oficialismo provincial vs. oposición provincial; oficialismo nacional vs. oposición nacional; ex oficialismo nacional vs. ex oposición nacional. Los méritos y los deméritos se intercambiaban según el expositor. Quién y cuándo hizo (no hizo) las obras, la Nación o la Provincia; de dónde surge la deuda de la Nación a la Provincia, por qué no se paga y qué van a hacer con el dinero si lo hacen; qué grado de corrupción (o de honestidad) implican cada una de estas políticas.
            En este eje, como en todos los demás, se deslizaron permanentemente observaciones, críticas o señalamientos que parecían desconocer la división vertical  de poderes en el país entre nación, provincias, municipios y comunas. Con lo cual se proponían políticas o denuncias que difícilmente puedan motorizarse desde la Cámara de Diputados de la Nación. El caso más emblemático fue cuando Rossi acusó a Cambiemos de ir por la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Santa Fe, que es claramente una materia provincial, no nacional.
            En el segundo eje sobre la seguridad, los problemas se centraron principalmente en los delitos, la policía provincial, las bandas, las fuerzas federales y el sistema judicial. Aunque a ello se suma que tanto Rossi como Boasso dieron algunos segundos (más el primero) al problema de los femicidios.
            Este eje fue en el que más relevancia se le dio a otras figuras de la política nacional como forma de impugnar los dichos de los demás. Boasso recordó a Milani abrazado a Rossi; Giuliano a Berni y el accionar frustrado de las fuerzas federales en Santa Fe, Contigiani a Aníbal Fernández, Cantar al robo de armas cuando Rossi era Ministro y a Milani. Rossi no contestó ninguna de estas alusiones.
            Cada cual buscó colocar la culpa en alguien en particular. Boasso en Rossi y Contigiani; Giuliano en el “desastre” socialista y en el kirchnerismo; Rossi en la falta de conducción de la policía de los gobiernos del FPCyS y la represión social del macrismo –donde introdujo el tema Maldonado; Cantar en los socialistas que “no hicieron nada” y en el descontrol kirchnerista. En el caso de Contigiani optó por repasar las estrategias y acciones del gobierno provincial en el tema no excluyendo a las políticas sociales. No obstante definió a las políticas de seguridad como un producto que lo logran “todos juntos” donde “unidos damos respuesta”. Por supuesto, los demás candidatos no aceptaron compartir la responsabilidad tal como les proponía el representante del gobierno provincial.
            Al abordar el eje sobre Educación, salud y desarrollo los candidatos tuvieron un nuevo orden de exposición. En esta oportunidad Giuliano nuevamente buscó colocarse en el espacio discursivo peronista (incluso haciendo referencia a Perón), así criticó al kirchnerismo por el tratamiento de la pobreza, y promovió la industrialización. Por primera vez nombra al Frente Renovador que lidera Sergio Massa. Contigiani se centró en las políticas de salud y educación insistiendo en que Santa Fe es un modelo para la Nación y aprovechó para criticar a Rossi por el veto del 82% móvil a los jubilados del kirchnerismo y al macrismo, que según el candidato, lo va a quitar. Para Rossi, los puntos a criticar fueron la inflación del macrismo (al que ya había calificado como neoliberal), la pobreza, la diferencia creciente entre ricos y pobres y el entender a los problemas de la Argentina como producto del costo laboral. Su manera de presentar el aumento del costo de los bienes de consumo fue efectiva pero, seguro de su estrategia, declinó de contestar las críticas que se le hicieron. Cantar insistió en presentar el discurso nacionalmente desplegado por Cambiemos en el cual compartió los datos y cifras que el gobierno nacional busca hacer conocer a la ciudadanía sobre el curso de la economía. Boasso, por su parte, atacó duramente a Rossi, Contigiani y a Giuliano, lo que llevó a que lo calificaran irónicamente como en “mejor defensor de Cambiemos”.
            En el último eje propuesto los candidatos se abocaron a la economía El ahora enfático Contigiani colocó a la industrialización, el proteccionismo, las pymes y las empresas recuperadas como eje de su exposición, por ello presentó la necesidad de la reforma financiera y la subordinación del mercado al “bien común”. Rossi buscó mostrar la existencia de una economía provincial desbastada en los diferentes rubros productivos a lo que sumó el problema del creciente endeudamiento del país. A pesar de ello, este fue el momento en el cual su discurso se hizo menos fluido a lo largo del debate perdiendo consistencia. Para Cantar la oposición entre “falso relato” y economía reflejó el paso del kirchnerismo a Cambiemos. Nuevamente la campaña oficial fue expuesta ente los televidentes. Boasso se situó en el lugar ya común de la defensa de las pymes, de la reforma impositiva, de la exención de ganancias a los salarios, pero sumó dos temas diferenciándose de los otros expositores, por un lado el debate de la coparticipación al interior de la provincia con los municipios y las comunas, por otro la protección animal. Por último Giuliano se posicionó junto al tándem Massa, Grandinetti y los Lavaña como criterio de autoridad de sus afirmaciones, por ello circunscribió sus posiciones a los debates sobre los fletes, el impuesto a las ganancias y el control de las importaciones.
            Así, los tres temas que mayores discusiones generaron fueron la “desconocida” reforma laboral del gobierno nacional, las idas y vueltas (con ataques cruzados) entre provincia y nación por los aportes a la lechería y los aumentos de la energía en la EPE que acompañó la lógica del macrismo.
            |En las conclusiones importaba aún menos escuchar a los demás. Boasso insistió que el cambio no es propiedad de nadie y enfocó su crítica en la corrupción del “club de los fanáticos kirchneristas” entre los que colocó a Rossi, De Vido y Kicillof, y a los que enfrenta el presidente Macri. Giuliano también relacionó a Rossi con la corrupción del gobierno anterior, solicitando que la ciudadanía le “prestara” el voto para que desde el peronismo pudiera construir una alternativa junto a Massa, Urtubey y Schiaretti. Rossi continuó sin respuesta a las objeciones que le realizaban, y optó por definirse como el defensor de los que menos tienen, además propuso el congelamiento de las tarifas. Para que no queden dudas, creyó conveniente recordar una vez más a su compañera de lista Alejandra Rodenas. Cantar insistió en el enfrentamiento entre dos países y cómo el actual gobierno nacional había desactivado un conjunto de políticas como las retenciones al agro y el cepo cambiario. Contigiani cerró la participación diferenciándose de los “bolsos” y de la “Casa Rosada” buscó contagiar a los televidentes con un enfático “reaccionemos”. No está claro a quién se refería, a los ciudadanos, a su propia lista, a sus seguidores y militantes, a Bonfatti luego de las declaraciones sobre Hitler y Macri de la semana anterior.

Rosario, 18 de octubre de 2017.