miércoles, 25 de mayo de 2011

Santa Fe y la boleta única, su impacto en la selección de candidatos.

El sistema.

En la particularidad de la Provincia de Santa Fe se superponen dos decisiones respecto del sistema electoral. La primera de ellas es la de desplazar la selección de los candidatos desde los partidos políticos a la voluntad de la ciudadanía en su conjunto.
Esta situación se produce desde el año 1991 cuando, con la sanción de la ley de lemas se terminó con la selección intrapartidaria de los candidatos para las elecciones generales. Incluso aquellas agrupaciones que buscaron inicialmente mantener una férrea oposición a esta modificación, que evitara la pérdida del control sobre las ofertas electorales, comprendieron las ventajas de adecuarse a este modo de selección. No podían impedir los incentivos que la legislación brindaba a quienes actuaban por fuera de las decisiones orgánicas.
El aprendizaje se dio rápidamente y así las distintas fuerzas políticas concluyeron en la necesidad de utilizar, hasta las últimas consecuencias, dicho accionar. Las críticas generalizadas y la convicción de que el sistema de doble vuelta simultánea distorsionaba la voluntad de los votantes, llevó a su derogación en 2003.
Sin embargo, la nueva legislación propuesta, que sancionó el sistema de internas abiertas obligatorias y simultáneas para los partidos políticos y semi obligatorias para los ciudadanos, dejó sin modificar el criterio de que son los electores quienes se convierten en los árbitros de las disputas partidarias para la selección de las candidaturas.
De esta manera, desde 2005, con el nuevo sistema se mantiene esta práctica que desde diversas lecturas conlleva a la cada vez mayor debilidad de los partidos políticos de la provincia.
La segunda decisión es la implementación de la boleta única. Respecto de esta forma de efectuar el voto, se argumentaba inicialmente que impedía la falta de papeletas de diferentes partidos políticos en el cuarto oscuro. En su sanción en el mes de diciembre de 2010, primaron los argumentos menos altruistas que reflejaban que este tipo de boleta garantiza que no se produzca la tracción de la lista sábana horizontal. Sin embargo, es importante recordar que el sistema no corrige, sino que empeora, el desconocimiento de las candidaturas que produce la llamada sábana vertical. En otras palabras, en la selección de los cargos legislativos sólo se accede a la identificación de los dos primeros nombres y a la foto del primero de ellos. Más personalización de la política.
Es importante realizar algunas lecturas de su implementación a partir de las pasadas elecciones del domingo 22 de mayo.

El ciudadano ¿no educado?

Uno de los principales análisis que arroja el acto comicial es el número de votos blancos y nulos.
En primer lugar es necesario aclarar que, a contra corriente de las prácticas electorales de nuestra sociedad, en las boletas entregadas a los electores el domingo pasado se encontraba como una opción la del voto blanco que, en el extremo inferior, podía ser seleccionada por el elector. Esto lleva a que una boleta sin ninguna marca sea considerada un voto nulo.
Los números de la provincia son elocuentes ya que las categorías que menos votos nulos y blancos obtuvieron fueron las de los cargos ejecutivos. De esta manera en la categoría de gobernador y vicegobernador los votos blancos alcanzaron el 4,10% (72.000 votos), mientras que los anulados alcanzaban el 5,95% (97.984 votos) sumando el 9,65% del total de sufragios (169.984). La suma de ambos supera a los votos obtenidos por el candidato socialista Rubén Giustiniani quien quedó en tercer lugar en la interna del Frente Progresista Cívico y Social.
Sin embargo en las demás categorías, tomando algunos ejemplos, los porcentajes fueron mayores. Así, en las elecciones de los intendentes de Rosario y Santa Fe los porcentajes agregados de ambas categorías alcanzaron respectivamente el 11,13% (57.305) y el 11,51% (23.052). En Rosario sólo cuatro candidatos superaron dicho umbral y en Santa Fe sólo tres.
En la elección de los respectivos concejos, en Rosario, los votos blancos treparon al 10,22% (52.617) y los nulos al 10,68% (54.975) con los que sumaron un 20,90% y se convirtieron en la primera minoría en la elección de los ciudadanos. En Santa Fe los votos blancos alanzaron el 9,60% (19.229) y los nulos el 10,60% (21.221) sumando un 20,20 y quedando en el segundo lugar.
En relación con la elección de los senadores provinciales, que es una institución con un gran peso y prestigio provincial, en Rosario los votos blancos alcanzaron el 9,13% (60.270) y los nulos el 9,02% (59534) sumando en 18,15%, cifra que fue superada sólo por el candidato socialista Miguel Lifschitz. En el departamento La Capital esta cifra aumentó al 20,77% ganándole a todos los contendientes (10,98% -30.025- y 9,79% -26.782- respectivamente).
Los demás departamentos no tuvieron un comportamiento uniforme. Así en San Lorenzo la suma alcanzó el 18,29%, mientras que, como ejemplo, en Garay descendió al 10,35%, en Vera al 10,14%, en General Obligado al 9,60%, en San Justo al 8,46% y en 9 de Julio alcanzó el menor de los guarismos con el 7,86%. De esta manera, según los departamentos, estas se constituyeron en elecciones similares a las ejecutivas.
Tal vez, el dato más importante se encuentre en las elecciones a los diputados provinciales donde la suma de votos blancos y nulos, tomando a la Provincia como distrito único, superaron a todos los contendientes individualmente. Los votos blancos alcanzaron el 12,34% (217.684) y los votos nulos el 9,28% (163.749) con lo cual sumaron un 21,62%.

La primera implementación.

Estos datos nos permiten sugerir la hiper personalización que produce el sistema de boleta única principalmente para los cargos ejecutivos. La diagramación de la misma, con el aditamento de la foto del principal candidato, se relacionada con los menores porcentajes de votos blancos y nulos obtenidos por aquellos candidatos ejecutivos o únicos (senadores) con mayor exposición pública.
Esta particularidad es en detrimento de la representación en los cuerpos colegiados, como también del histórico control de las fuerzas partidarias sobre la selección de sus candidatos. En aquellas boletas para cargos legislativos mucho más grandes, en las cuales se sumaban muchas más opciones, la ciudadanía mostró mayores dificultades.
Otros ejemplos de esta tendencia son los casos de outsiders de la política con un importante caudal electoral obtenido. Entre ellos está el comediante Miguel del Sel por el PRO que sólo registra un importante porcentaje para gobernador y vicegobernador pero que desciende drásticamente en las demás categorías. También está en Rosario el ex futbolista centralista Aldo Pedro Poy quien imprevistamente ocupó el segundo lugar en la interna del Frente Progresista Cívico y Social para el Concejo Municipal.
Además se puede sumar a María Eugenia Bielsa que superó ampliamente en votos, como candidata a diputada provincial, a su propio hermano y compañero de lista para gobernador Rafael Bielsa.
Tal vez el principal objetivo de la boleta única esta cumplido. A los partidos se les dificulta ahora la tracción que antes producía la boleta sábana con lo cual se ha inaugurado una nueva manera de negociar en la política provincial y de hacer las campañas.

Rosario 24 de mayo de 2011
Para ser publicado en El Estadista.