martes, 3 de abril de 2012

Los recuerdos de la guerra y las posiciones políticas.

Señala Raymond Aron en sus memorias que:

“El sentimiento más fuerte en nosotros era probablemente la rebelión contra la guerra y, en consecuencia, el pacifismo. Yo era apasionadamente pacifista, por rebelión a la vez contra la guerra y contra la manera como había vivido la guerra cuando niño. Al estallar la guerra yo tenía nueve años; trece cuando terminó. Después me dije que en ningún momento había sufrido a causa de la guerra, que en ningún momento había sentido, digamos, compasión por las desventuras de los pueblos. Entonces albergué el sentimiento de que el egoísmo de los niños es algo horrible, y detesté la guerra con la misma fuerza con la que había sido patriota.”

Aron, Raymond, El observador comprometido, Emecé, Buenos Aires, 1983, pág. 24.