sábado, 22 de octubre de 2011

Crisis internacional. El comunismo de los ricos: las utilidades son privadas, pero las pérdidas deben pagarlas todos los ciudadanos.

Como ha sido destacado en diferentes publicaciones pero reseñado en el diario Perfil por Jorge Sarghini, las posiciones sobre la crisis económica van más allá de las soluciones que ha dado hasta el momento el debate económico clásico.
Así Dilma Rousseff ha señalado en la Asamblea General de la ONU que el mundo “vive un momento extremadamente delicado” que puede llevar a “una grave ruptura política y social” producida por “la falta de recursos políticos y de claridad de las ideas”, siendo necesario “sustituir teorías desfasadas de un mundo viejo, por nuevas formulaciones para un mundo nuevo”.
Robert Skidelsky considera que “la ciencia económica no cuenta hoy con una teoría apropiada para explicar lo que sucedió, y mucho menos con un modelo para predecir lo que iba a pasar”. De manera similar se ha expresado reiteradamente Joseph Stiglitz al decir que “no se pueden sustituir las malas ideas por las no ideas, sino que deben sustituirse por buenas ideas”.
El debate sobre la salida de la situación económica que sume en la pobreza a innumerable parte de la población debe ser pensado desde la crítica de las teorías económicas dominantes.

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