jueves, 21 de julio de 2016

Si todo sale mal


“Qué pasaría, se pregunta Eno, si comenzáramos a vivir como si no hubiera un ‘largo plazo’, como si en lugar de sentirnos parados en el borde de un continente nuevo e inexplorado nos sintiéramos, en cambio, en un bote con gente de más, en aguas hostiles, con pasajeros peleando por mantenerse a bordo, y dispuestos a matarse por el agua y la comida que queda (…).
[L]os fenómenos humanos sociales y vinculares son mucho más difíciles de predecir que los tecnológicos. En Volver al futuro III, el director Robert Zemeckis se imaginó un porvenir a tres décadas (que se cumplieron en octubre pasado) lleno de autos y skates voladores, pero no hay allí personas del mismo sexo caminando por la calle de la mano. En 2001 Odisea del espacio, Slanley Kubrick pronosticaba en 1969 un futuro espacial a 32 años, pero todas las mujeres del film son asistentes, azafatas o secretarias: Kubrick no previó la revolución de género de los setenta.
Hoy, la discusión de la futurología puede graficarse sobre dos ejes, que forman cuatro cuadrantes. Uno de los ejes tiene que ver con el debate entre quienes hablan de una aceleración del cambio y progreso tecnológico (la singularidad) y quienes son más escépticos con esta hipótesis, al estilo Robert Gordon, el economista de Northwestern que asegura que los aportes a la economía de los descubrimientos de la Revolución Industrial fueron mucho más significativos -en términos relativos- que los de los avances tecnológicos actuales.
El otro eje tiene que ver con gradación entre optimismo y pesimismo. Los primeros, con los académicos de Singularity a la cabeza, prevén que los progresos y la innovación traerán una economía de la abundancia. Los pesimistas ven un porvenir mucho más distópico, con problemas serios de crecimiento, distribución del ingreso y empleo que serán el caldo de cultivo para el surgimiento de extremismos políticos, en un círculo vicioso”.
Fragmento de:http://www.lanacion.com.ar/1914639-para-empezar-el-dia-bien-arriba-y-si-todo-sigue-cada-vez-peor
Por Sebastián Campanario

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